jueves, 6 de agosto de 2009

EL HOMBRE DEL SACO O EL SACAMANTECAS


El hombre del saco o el sacamantecas es un personaje del folclore infantil hispánico .Este personaje es caracterizado como un asustador de niños , y se utiliza como argumento para asustar a los niños y obligarlos a que regresen a casa a una hora temprana.

La figura imaginaria del "Hombre del Saco" tiene su correlato real en numerosos criminales tristemente famosos por secuestrar y matar niños.

Uno de estos criminales, por ejemplo, actuó en Gador , un pueblo de Almería, en 1910 . Francisco Ortega el Moruno estaba gravemente enfermo de tuberculosis y buscaba desesperadamente una cura. Acudió a una curandera, Agustina Rodriguez , quien al ver el caso lo mandó a Francisco Leona , barbero y curandero con antecedentes criminales. Leona le pidió tres mil reales a cambio de la cura y le reveló el remedio: tenía que beber la sangre de un niño sano, recién salida del cuerpo, y ponerse en el pecho emplastos de las mantecas aún calientes de la criatura. Le prometió que de esa forma sanaría enseguida.

Leona se ofreció él mismo buscar al niño y salió junto con el hijo de Agustina, Julio Hernández el tonto, en busca de algún niño extraviado. En la tarde del 28 de junio de 1910 secuestraron a Bernardo González Parra, de siete años y natural de Rioja, que se había despistado mientras jugaba con sus amigos y se había separado de ellos. Leona y Julio lo metieron en un saco y lo llevaron al cortijo de Araoz, aislado del pueblo, que Agustina había puesto a disposición del enfermo.

Una vez que todo el mundo estuvo en la casa, sacaron al niño Bernardo del saco, despierto pero aturdido (ya que parece que le proporcionaron cloroformo), y le realizaron un corte en la axila para sacarle sangre, que recogieron en un vaso. Ortega se bebió la sangre mezclada con azúcarantes de que se enfriara. Julio mató al pequeño golpeándole la cabeza con una gran piedra. Leona, previamente y todavía en el cortijo, abrió el vientre del niño y le extrajo la grasa y el epiplón, y lo envolvió todo en un pañuelo que puso sobre el pecho de Ortega. Así, una vez terminado el ritual, ocultaron el cuerpo en un lugar conocido como Las Pocicas, en una grieta en la tierra, y lo taparon con hierbas y piedras, sin enterrarlo. El niño estaba boca abajo, con el cráneo completamente destrozado.

La Guardia Civil detuvo a todas las personas implicadas en el asesinato del niño Bernardo. Leona fue condenado al garrote vil, pero murió en la cárcel. Ortega y Agustina fueron también condenados a la pena máxima y ejecutados. José fue condenado a 17 años de cárcel y su mujer, Elena, fue absuelta. Julio el tonto, condenado en un principio al garrote vil, fue indultado por ser considerada su demencia.

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